Las figuras retóricas son recursos estilísticos que los autores utilizan para dar belleza, intensidad o expresividad a sus obras. Algunas figuras retóricas importantes son:

  • Metáfora: comparación implícita entre dos elementos. Ejemplo: “El tiempo es oro”.
  • Símil: comparación explícita usando “como” u otras palabras comparativas. Ejemplo: “Sus ojos brillaban como estrellas”.
  • Hipérbaton: alteración del orden habitual de las palabras. Ejemplo: “Del salón en el ángulo oscuro”.
  • Personificación: atribución de cualidades humanas a objetos o animales. Ejemplo: “La luna me sonrió”.
  • Onomatopeya: imitación de sonidos reales. Ejemplo: “El reloj hace tic-tac”.

 

Para comprender y evaluar un texto literario, es fundamental:

  • Identificar temas y motivos: reconocer los temas centrales y los motivos recurrentes.
  • Analizar personajes y estructura: entender la evolución de los personajes y cómo la estructura del texto contribuye a la narrativa.
  • Interpretar figuras retóricas: comprender cómo las figuras retóricas intensifican el mensaje y añaden capas de significado.

 

La comprensión lectora en el contexto de la literatura requiere una apreciación tanto de la forma como del contenido. El entendimiento de las figuras retóricas y la estructura de los cuentos y poemas son esenciales para una apreciación más profunda de estos textos.

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