Definición: “La concepción según la cual la investigación científica es el mejor modo de asegurarse un conocimiento (v.) factual preciso” (Bunge, 2001).

El cientificismo tiene el principio metodológico siguiente: “todo cuanto pueda ser conocido se investiga mejor usando el método científico” (Bunge, 2015). El método científico consiste en poner a prueba las conjeturas, y contrastando estas con datos pertinentes, así como también contrastándolas con las teorías vecinas que gocen de buena reputación.

“El cientificismo une el racioempirismo con el método científico” (Bunge, 2015). El racioempirismo es la combinación de lo mejor del racionalismo con lo mejor de empirismo, a saber

  • La confianza en la razón (racionalismo)
  • La contrastación empírica de las hipótesis (empirismo)

“El cientismo implica tanto un escepticismo moderado respecto del conocimiento actual, como el meliorismo o confianza en que la investigación futura producirá conocimientos más exactos o más profundos” (Bunge, 2015).

No hay que confundir al cientificismo con la tentativa de reducir las ciencias sociales a las ciencias naturales: dicha tentativa es reductivista respecto a los objetos de estudio y a los sistemas que estos suponen.

Hay que reconocer que el término “cientificismo” ha tenido un uso peyorativo que denota la imitación que hacen los estudios sociales para ser como las ciencias naturales, o peor aún, para calificar a estos intentos como destructivos e inhumanos. Sin embargo, este uso de la palabra solo pone de relieve el descontento que se tiene por parte de los estudiosos humanistas frente al rigor de los objetos de estudio complejos. Además, el uso del término demuestra una comprensión de este en un terreno ideológico, donde se señala una ciencia deshumanizada. Esta última faceta del uso peyorativo del término “cientificismo” tiene valor parcial, puesto que se han documentado casos en los cuales la investigación se aplicó sin protocolos éticos, llegando a causar daño. Sin embargo, esta última faceta del uso peyorativo del término también encarna una confusión entre ciencia y tecnología: la ciencia es la búsqueda del conocimiento mediante el estudio de la realdad, mientras que la tecnología es el estudio de la realidad con vistas a su transformación. Es cierto que se apoyan y en algunos casos se complementan (en la ciencia aplicada, como en la farmacología), pero si se señala el término cientificismo desde un significado peyorativo, se condena el uso de este y el uso cae en el terreno de la tecnología, no precisamente en el campo de la ciencia.

Por último, cabe aclarar que el cientificismo no suministra buena filosofía, dado que la filosofía proporciona descripciones y regulaciones sistemáticas y de conjunto, y el cientificismo solo propone una metodología respecto al conocimiento. Sin embargo, el cientificismo ayuda a evitar la mala filosofía y ayuda a pensar teorías filosóficas que aprovechan lo que se sabe actualmente, así como ayuda a explorar lo que no se conoce.

Por lo anterior, podemos decir que el cientificismo “no es un sustituto de la filosofía sino un programa filosófico” (Bunge, 2015).

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